Habiendo disfrutado de su comida, llega el momento “doloroso”: Pagar la cuenta. Como es costumbre, además de pagar por lo consumido, hay que pagar la propina.
A continuación encontrará algunos consejos de utilidad al momento de dejar una propina:
Su propina es necesaria:
Tenga en cuenta que al dejar una propina, no sólo está contribuyendo al pago del mesonero(a) que le atendió, sino también está aportando al pago del personal de apoyo, como el que recoge los platos (busser), el que le sirve (runner) y hasta el barman.
Tenga en cuenta que este personal trabaja en base a un sueldo mínimo que, en muchos casos, es de apenas $2.13 por hora. Todo el resto de sus ingresos depende de las propinas que reciben. No olvide esto al momento de dejar su propina.
La propina tradicional:
Generalmente, su propina debe estar entre el 15% y el 20% del total de su cuenta.
Si quienes le atendieron hicieron su trabajo como se esperaba, 15% es lo apropiado.
Pero cuando el servicio es excepcionalmente bueno, la propina debe incrementarse.
Un buen servicio debe premiarse con un 20% ó más.
Cuando la propina ya está incluida:
Cuando el grupo de comensales es numeroso, algunos restaurantes ya incluyen el monto de la propina en la cuenta. Ello debe indicarse en el menú y/o debe informársele al momento de hacer su reservación.
En estos casos, usted no tiene la obligación de pagar una propina adicional, salvo que el servicio recibido así lo amerite.
Excepciones de la regla:
La propina sirve para premiar una atención de primera. Si usted ha recibido una atención especial tal como un postre o copa de vino gratis o se le ha descontado el importe de algún plato de su cuenta, tenga esto en cuenta al momento de dejar su propina. Recuerde que aunque usted no pague por estos obsequios, su mesonero(a) todavía debería recibir su compensación por ello.
Cuando el servicio es malo:
Esta situación siempre nos pone en el dilema de si debemos pagar el mínimo establecido o no dejar propina alguna. Salvo que la situación llegase al extremo, tenga en cuenta que no sólo el mesonero que le atendió depende de su propina, todo el personal de apoyo también, además, es muy probable que ellos no hayan tenido que ver con su mala experiencia.
Si decide no dejar propina, le sugiero que hable con el gerente o dueño del restaurante y le explique la razón por la cual usted ha tomado tal decisión. De esta forma, su responsabilidad quedará salvada y estará contribuyendo a que situaciones como la que usted vivió no vuelvan a repetirse.
Les invito a que hagan sus comentarios con respecto a este tema. Cuéntenos si ha tenido una mala experiencia o una excepcionalmente buena y cómo hizo al momento de dejar su propina.
¡Muchas gracias!
Eduardo Montalvo
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