Buscar este blog

sábado, 2 de julio de 2011

BAZZURA: Un equívoco.


BAZZURA Café
10437 NW 41 Street
Doral, FL 33178
305-629-9292


AMBIENTE: ☻☻☻☻
ATENCIÓN: ☻☻☻
COMIDA: ☻☻
LIMPIEZA: ☻☻☻☻
PRECIOS: ☻☻☻


Andaba por Doral con deseos de comerme algo rápido y bien gustoso, así que me detuve en BAZZURA.

Con semejante nombrecito a cualquiera se le quitan las ganas de ir a comer en este lugar, pero motivado por una recomendación con respecto a sus perros calientes, me animé a entrar.

Comer perros calientes puede parecer un acto prosaico y hasta chabacano, pero yo me lo tomo muy en serio. Pero en BAZZURA, visten a los perros calientes de gala.

Con bastante hambre pedí un SUPERPERRO ($4.50) y me senté a esperarlo sentado en su barra, desde donde pude divisar todo el local.  


Sus paredes negras contrastan con el brillante aluminio de sus mesas, sillas y decorado y, complementando la decoración, algunas muestras de Arte Urbano.

Pasaban los minutos y mi ansiada comida no llegaba. Mientras, una decena de comensales disfrutaban de sus platos.

Rodeado de comida, pero aún sin poder comer, me sentí totalmente fuera de lugar. Al parecer el único destinado a comerse un perro caliente en ese sitio era yo.

Desde mi estratégica ubicación podía ver como se daban gusto comiendo  PARILLAS ($7.75) de carne, pollo y chorizo, acompañadas de ensaladas, arroz y frijoles.

Alguien le hincaba el diente a un POLLO A LA PLANCHA ($7.99) con maduros y ensalada, mientras que, en un rincón, alguien se estaba dando gusto con una BANDEJA PAISA ($8.99); quizás el más tradicional de todos los platos de la cocina colombiana.

Después de esperar un poco más de 20 minutos llego el ansiado perro caliente: Grande, cubierto de papitas fritas ralladas, con queso, salsas y una ración de french fries.



Conteniendo mi ansiedad, poco a poco fui devorando mi perro caliente. Con cada bocado tuve la oportunidad de probar cada una de sus seis salsas. Pero, aun a pesar de los aditivos, no quedé satisfecho.

En mi opinión, yo he comido muchos perros calientes mejores que éste.

Yo creo que tratar de convertir a un simple y vulgar perro caliente en un plato fuerte es un verdadero desatino. No hay nada más sabroso que pararse frente a un carrito de perros calientes, en plena calle, a comerse un perro tras otro, preparados frente a nuestros propios ojos, siguiendo nuestras precisas instrucciones.

Quizás la equivocación fue mía y BAZZURA no es el sitio para comer perros calientes. Aunque su menú presenta, además de perros calientes, hamburguesas y pepitos, lo que vi servido en sus mesas fue una representación de la auténtica comida colombiana.

Si visita BAZZURA, mi recomendación es que pida cualquier otro plato, menos el SUPERPERRO. Hay muchos otros sitios donde degustar mejores perros calientes sin tanta espera.

Advertencia: El placer de comer un perro caliente callejero no tiene comparación; así que no pierda su tiempo comiendo perros calientes upgraded. ¡Prefiera siempre el original!

No hay comentarios:

Publicar un comentario