En procura de aprovechar la edición de este año del
evento Miami Spice, me puse a buscar dónde poder
disfrutar de un almuerzo gustoso y gratificante al paladar, y la oferta del
restaurante español BELLMÓNT, en Miracle Mile, Coral Gables,
se apoderó de mi ansioso paladar. Su atractivo menú de almuerzo que incluía
varios tipos de paellas, un surtido de croquetas y gazpacho lucía irresistible.
Así que sin pensarlo dos veces nos encaminamos
entusiasmados hacia el lugar. Todo iba saliendo a las mil maravillas,
conseguimos puesto donde estacionar con facilidad y fuimos los segundos
comensales en llegar, seguidos inmediatamente por una pareja de mujeres
ejecutivas (por su atuendo). ¡Pero todo cambió en un santiamén! Quien presumo
es el dueño o gerente se encontraba rebanando un oloroso jamón serrano y nos
echó una mirada un tanto desdeñosa que nos hizo sentir bienvenidos. A los pocos
minutos, se acercó a nuestra mesa, menús en mano, y nos dijo que su menú para
el evento Miami Spice no
estaba impreso, que teníamos que buscarlo online. Y, así, nos dejó, con los
ojos claros y sin vista para irse a atender la mesa del par de mujeres que nos
sucedieron, con quienes no solamente fue muy amable y cordial, sino que se
explayó en recitarles todo el menú para el evento con lujo de detalles. Tomó su
orden y procedió a procesarla en su sistema. Todo esto ante nuestra atónita
mirada y desconcierto. Luego se fue tras bastidores, a la cocina, para regresar
a decirles al par de alborotadas féminas que sus paellas tardarían veinticinco
minutos en prepararse. Luego volvió a desaparecer brevemente para regresar de
la cocina con la orden de la primera pareja que esperaba en una mesa cercana.
Esto me permitió echarle un vistazo a la comida del menú especial: Tres
diminutas croquetas reposaban en un plato que les quedaba muy grande y un
gazpacho servido sin gracia.
Fue entonces cuando nuestro "amable y considerado" anfitrión se percató de nuestra existencia; se acercó a nuestra mesa a tomar nuestra orden. Le recordamos que estábamos interesados en el menú de almuerzo del evento Miami Spice, y, de nuevo, su semblante cambió, tornándose grisoso. Con tedio comenzó a recitar los platos que aún sonaban atractivos a nuestras intenciones, hasta que mencionó las paellas. Como lo había escuchado decirles a las otras comensales que la paella tardaría veinticinco minutos, le interrumpí preguntándole: ¿Todas las paellas tardan ese tiempo en llegar a la mesa? A lo cual, respondió diciendo que sí, porque ellas se hacían al momento de pedirlas. Entonces, preguntamos por el tiempo requerido por otras opciones del menú y fue, prácticamente, el mismo. ¡Esta fue la gota que rebosó el vaso! Nosotros no podíamos permitirnos el lujo de pasar mucho tiempo almorzando, así que, molestos, optamos por levantarnos e irnos sin pensarlo más, sintiéndonos irrespetados como clientes y frustrados como comensales. Con semejantes fallas en su atención al cliente y su reprochable manejo de su cocina, BELLMÓNT quedó descartado como una opción válida durante esta edición del evento Miami Spice.
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